lunes, 17 de noviembre de 2014

TU, YO. Y ESAS DOS?

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Bien, supongo que por mi descripción acerca de William, cogisteis la idea de que me gusta. 
Por muy dura e inteligente que parezca por como escribo o como pienso, el instinto infalible de mi ángel y mi demonio, también conocidos como Aurora y Judith, me retorcían, me impedían, y me tentaban a  decírselo o no decírselo. Por aquel entonces, decidí pensar y plantearme que ganaba con ello, que posibilidades podría alcanzar. Para Judith, por supuesto, aquello resultaba fácil, según sus testimonios, el actuar con el espécimen llamado CHICOS, era una obra sencilla. Por otro lado, la sospechosa mirada de Aurora, que constantemente parecía disimular bajo el color miel de sus ojos, rebelaba una notable advertencia. Y por si fuera poco William había iniciado una relación con la lagarta de Érica. Las cosas no podían ir a peor. Por suerte en  mi camino hubieron dos gratas revelaciones. Érica ponía los cuernos a William, y Lucy quedó durante un tiempo apartada de la mente de William. Ahora, era la mía. Y claramente, Judith me incitó a atacar, en ese momento era cuando debía  tomar medidas drásticas... 
Una supuesta fotografía de Érica dando un intenso abrazo a su amante, dio paso a la ruptura de su ahora finiquitado amor. Esa misma tarde en clase, hice algo que jamás creí que haría. Mientras Judith me hacia, ridículas señales para darme paso al papel que jugaba yo en ese momento, William se sentó junto a mi, y solo pude notar la fuerte patada en el culo que provoco el golpe (señal) de Judith en ese momento. Juro que lo iba a hacer, lo juro. Al final de la clase me encontré con Judith y su cara de cabreada, al darse cuenta que sus intenciones habían fracasado, en aquel instante me quede contemplando su rostro y su expresión con las cejas arqueadas, y me dispuse a hacerlo, quería dejar clara mi posición sobre él. Me dirigí con paso ligero a mi asiento, junto a William, arranqué una hoja de mis a puntes, que provocó un estruendo que facilitó las escusas del cascarrabias de Ronald para matarme a gritos. Pero claramente le ignoré y me dispuse a escribir. Judith se puso de pie ante mi pupitre y tomó el minúsculo trozo de papel. William entraba por la puerta y entre carcajadas metió el mensaje en el estuche de William.
Ahora no podía arrepentirme, no. Aquella insignificante situación, me parecía una trágico acontecimiento, solo podía pensar en lo que iba a decir... 
Judith me miraba esperando alguna reacción en el rostro de Will, sin poder disimular.  
Will acercaba y alejaba su mano de manera constante hacia el objeto, y mis ojos se salían de órbita. Judith parecía más nerviosa que yo, mientras se mordía el labio una y otra vez.
Y llegó, yo sabía que Will era una persona previsible a la que no se le escapaba ni una, y no dudó en hacer una pequeña ojeada al misterioso papel que no recordaba haber tenido presente anteriormente. Así pues declaré al mundo un fuerte "TIERRA TRAGAME", al que no estaba acostumbrada.
Solo podía oír el sonido del papel desplegándose, que provocaba un fuerte estruendo en mi subconsciente.
Pero como ya dije una vez, yo no iba a permitir condenarme a ser una de esas cobardes, no. Y me giré sin pensar, hacia William, que aún mantenía sus ojos bajo las líneas escritas. Observaba su atenta mirada, y ciertamente me sorprendió. Cuando finalizó, postró sus ojos sobre mí, y nos quedamos contemplando el uno al otro. Quería prestar atención a lo que estaba pensando, pero simplemente pude úndirme inconscientemente bajo el espacio que nos separaba. Aquellos gratos segundos se rompieron, a causa de la interrupción de una voz femenina que aclamaba la presencia de Will, Érica. 


CAETE!!!!!!! (TODOS LO ESPERAMOS...)


MI MOMENTAZO ARRUINADO!!!!!!!!






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